jueves, 22 de marzo de 2012

Creo que a veces vemos o hacemos nuestra vida más complicada de lo que ya es por si misma. Tal vez inocentemente por miedo, por miedo a reacciones, a consecuencias, o tal vez por quedarnos solos, quizás por perder a personas que quieres, a gente importante en tu día a día. Nos preocupamos demasiado porque todo sea perfecto, porque todo salga bien, y nos olvidamos de la sinceridad, de lo que uno realmente siente dentro; porque a veces lo más sabio no es hacer lo correcto; si no seguir a tu corazón, hacer lo que realmente sientes en cada momento; llega una edad en que dejas de ser un niño; y ya no hay que intentar arreglar todo con un hacemos las paces; porque no nos damos cuenta que a lo mejor no hay nada que arreglar, por miedo a la presión, a lo que piensen los demás...muchas veces nos olvidamos de cosas fundamentales...como reforzar tus amistades, con tan solo una tarde de risas, de recordar buenos momentos, de hacer el tonto, de decir gilipolleces o gritar bajo la lluvia mientras todo el mundo te mira o cantar con tu mejor amigo, sin importar la cantidad de gallos que sueltes por segundo. A veces creo que hay que olvidarse un poco del mundo y centrarte en ti mismo por una vez, despreocuparte un poquito de los demás y vivir grandes momentos junto a grandes personas.

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