martes, 7 de febrero de 2012

Me gusta usar zapatillas cuando me pongo un vestido, me da igual si la gente me mira raro, me gusta usar las uñas de colores y mirar al cielo cuando estoy en el auto camino a algún rumbo desconocido. Me intriga cómo las lineas del pavimento se pierden bajo la rueda, como la luna se mueve cuando nosotros lo hacemos, porqué el amor siempre debe doler en algún momento y porqué nos reímos cuando en verdad deberíamos llorar. Salgo a correr cuando llueve sólo para sentir que si alguien llora no soy yo sino el cielo, desmoronándose sobre mis hombros. Camino y escucho música alegre aún en los momentos más lugubres de mi vida para sentir que uno puede renacer de las propias cenizas de lo que a uno le hizo tanto mal un día. Matar, yo mataría por sentir esa adenalina que corre por las venas cuando te subes a una montaña rusa o te roban un beso. Siempre me tomo un momento para prestar atención, para darme cuenta de que hay muchas cosas en este mundo que hacer, muchos lugares por recorrer, infinidades de personas por conocer. Incluso cuando crees que el camino se termina, te equivocas..

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