Que me quede sin sueño, que no sepa contar, que me falten días y me sobren noches, que pierda la cordura y que tenga mucha locura, que tenga frío, que me falten las palabras para expresarme, que me quiten lo que me pertenece y lo que no también, que jamás olvide ese silencio que nos vio callados diciéndonos tanto, que me falte el viento, la lluvia y el sol, que no tenga paracaídas cuando vaya a caer, que el mar no me moje, que el sol no me queme, que las estrellas no me alumbren, que los perfumes no se me sientan, que tu aroma no lo recuerde con exactitud, que no tenga memoria, que no sepa escribir ni leer, que me falte una verdad pero que me sobren argumentos, que no me salga la voz, que no pueda gritar, que no pueda decir lo que siento, que caminar descalza sobre el asfalto me lastime, que le tema a la oscuridad y a la luz del día también, que jamás tenga las palabras necesarias, que nunca encuentre aquello que busco, que me falten horas para descansar, que no encuentre la forma de hacerme la mejor actriz, que no sepa cual es el papel que busque, que se me hayan perdido miles de los textos que he escrito durante tanto tiempo, que esté sedienta en un desierto o muerta de frío en un glaciar, que me pierda en el bosque, que no sepa diferenciar, que esas esquinas sean algo más, que ese silencio que nos invadía de vez en cuando ya no exista, que esas miradas que siempre tenemos ya no nos miren, que esos abrazos que nos damos ya no se complementen, que nuestras almas ya no sean una sola, que la existencia de la compañía ya no perdure, que cambies, que yo cambie, que cambiemos. Pero que no me faltes vos. Mi alegría, mi centro, mi cable a tierra, mi a m o r.