Vivimos en el mundo en el cual a muchos les importa lo de todos, pero a ninguno le importa nada en especial. Todo y nada. Opuesto en todos los sentidos. Las relaciones se entrelazan y se mezclan, pero nunca se juntan tanto como para ser fuertes, duraderas. Se rompen ante el primer golpe. Ante la primer caída. Pero las personas no se preocupan, no, hay cosas mas importantes, dicen. Quizás cosas materiales, sin vida, estéticas. Pero nada, absolutamente nada, puede ser más importante que una persona en nuestras vidas. Porque ella va a cambiar nuestra forma de vida, la forma en que miramos el mundo. Va a ser nuestro apoyo, nuestra base sólida en la cual pisar. Por eso, escuchá, observá tu alrededor. Quien te rodea, quien esta, quien no, quien te saca una sonrisa. Y valoralo, por sobre todas las cosas valoralo. No dejes pasar el tiempo sin agradecer lo que esta con vos, porque en un tiempo, lo que estaba puede faltar. Y ahí va a ser cuando caigas en la cuenta de lo bien que te hacía esa persona, de lo que significaba en tu vida. De que no podés vivir sin ella y ahi vas a querer volver, pero ya no vas a poder. Imposible, por eso, valorá. Aunque sea difícil y te cueste dar ese paso, intentalo. Porque el que no arriesga, no gana. Si no te jugás, no sabés contra que estas jugando. Es muy difícil dar el primer paso, pero solo proba e intentalo.
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